POR RUBÉN RODRÍGUEZ OSORIO
El equipo universitario brilló con luz propia en el estadio de Ciudad Universitaria, en donde disputó ante Cruz Azul la semifinal de ida de la Concachampions, la que ganó por 2-1 a los celestes, a quienes les mantiene el domino en duelos decisivos, pero al final perdonó a un gris equipo visitante que fue dominado ampliamente, pero si La Máquina anota un solo gol y no recibe en el estadio Azteca, superará está semifinal de la Concachampions.
Con destacadas actuaciones de Alan Mozo y Juan Ignacio Dinneno, los Pumas tuvieron todo a modo para sellar su pase a la final del certamen con el doblete de Dinneno, pero repetidas fallas ante el marco cruzazulino dejaron la mesa puesta para que los cementeros pudieran acercarse en el marcador y tener la posibilidad de darle vuelta al marcador.
Corría el minuto 36 cuando Dinneno puso adelante a los del Pedregal, anotación que le dio confianza a los locales y crearon más oportunidades de gol, pero para su mala suerte no las pudieron concretar, mientras que La Máquina naufragaba sin rumbo en la cancha de CU. Lo que provocó que cerca del final del primer tiempo se viera abajo en el marcador gracias al segundo gol de Dinneno, para que se fueran al descanso con ventaja de dos goles para los universitarios.
La segunda parte inició de la misma manera, con un marcado dominio de los Pumas, pero continuaban fallando ante la portería de Sebastián Jurado, que sentía la metralla muy intensa. Pero La Máquina se asentó y empezó a coordinar mejor sus ataques y a poner en peligro la portería defendida por Alfredo Talavera, que al minuto 82 vio coronado su esfuerzo con el gol de Tabó, que volvió a la vida a Cruz Azul, que en el partido de vuelta necesita un solo gol para desquitarse de los Pumas e instalarse en la final de Concachampions, aunque como jugó la noche de hoy la empresa se ve complicada.
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